Caminando muy temprano por el Malecón de Puerto Vallarta, Jalisco. Poco a poco se va poblando con el paso de las horas, temprano las olas del mar lucen tranquilas, los comercios recién van abriendo en Domingo, pero los restaurantes de los hoteles ya lucen abarrotados.
En un abrir y cerrar de ojos, Puerto Vallarta cobra vida y el malecón se llena de personas yendo y viniendo bajo un clima cálido que antoja esperar la noche para disfrutar la belleza del puerto.
El transporte pasa ahí muy cerca, los aromas provenientes de restaurantes y bares invitan a contemplar la puesta del sol desde una cómoda silla con una buen y rico platillo.
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